Estilos de vida saludables

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¿Como vas?Aqui podras encontar todod lo relacionado con habitos de vida saludable para renovar tu cuerpo y tu mente.

La sana alimentacion

Una alimentación saludable consiste en ingerir una variedad de alimentos que te brinden los nutrientes que necesitas para mantenerte sana, sentirte bien y tener energía. Estos nutrientes incluyen las proteínas, los carbohidratos, las grasas, el agua, las vitaminas y los minerales. La nutrición es importante para todos. Combinada con la actividad física y un peso saludable, la buena alimentación es una forma excelente de ayudar a tu cuerpo a mantenerse fuerte y saludable. Si tienes antecedentes de cáncer de mama o estás en tratamiento, la buena alimentación es especialmente importante para ti. Lo que comes puede influir en tu sistema inmunitario, tu estado de ánimo y tu nivel de energía. Ningún alimento o dieta puede impedir la aparición del cáncer de mama. Si bien los investigadores aún están estudiando los efectos de comer alimentos no saludables (en inglés) en el riesgo de tener cáncer de mama y su recurrencia, lo que sí sabemos es que el sobrepeso (en inglés) es un factor de riesgo, tanto de la primera aparición del cáncer de mama como de su recurrencia. En esta sección puedes aprender a comer de una forma que mantenga tu cuerpo lo más sano posible.

La alimentación saludable es aquella que aporta a cada individuo todos los alimentos necesarios para cubrir sus necesidades nutricionales, en las diferentes etapas de la vida (infancia, adolescencia, edad adulta y envejecimiento), y en situación de salud. Ten en cuenta que este apartado hace referencia a la alimentación saludable en general, y lo puedes utilizar como base en tu alimentación diaria. En caso de presentar síntomas específicos relacionados con la enfermedad o el tratamiento, debes dirigirte al apartado de recomendaciones dietéticas específicas. Cada persona tiene unos requerimientos nutricionales en función de su edad, sexo, talla, actividad física que desarrolla y estado de salud o enfermedad. Para mantener la salud y prevenir la aparición de muchas enfermedades hay que seguir un estilo de vida saludable; es decir, hay que elegir una alimentación equilibrada, realizar actividad o ejercicio físico de forma regular (como mínimo caminar al menos 30 minutos al día) y evitar fumar y tomar bebidas alcohólicas de alta graduación.

El ejercicio

El ejercicio es importante y central para que la persona pueda llevar una vida sana y evitar diversos tipos de enfermedades, desde pequeñas gripes hasta serias complicaciones como puede ser un ataque al corazón. El ejercicio supone justamente poner en movimiento todas las células que componen el organismo, reduciendo el colesterol considerado malo y subiendo el bueno, bajando los niveles de stress y aumentando la energía en términos generales.

Por otro lado, el ejercicio, si bien cualquiera debe hacer algún tipo de actividad física, es especialmente recomendado para aquellas personas que deben bajar de peso y limitar la formación de tejidos grasos en su organismo, tanto interna como externamente.

Lo beneficioso del ejercicio es que hoy en día existe un sinfín de posibilidades mediante las cuales una persona puede realizar actividad física, ya sea en actividades individuales o grupales, rutinarias o recreativas, de concentración o de relajación, para diversas edades y para diversas capacidades o necesidades.

Al igual que otros músculos, el corazón disfruta de un buen entrenamiento. Un ejercicio aeróbico es cualquier tipo de ejercicio que haga que el corazón bombee y lata más fuerte. Si proporcionas a tu corazón y tus pulmones este tipo de entrenamiento con regularidad, se harán más fuertes y serán más eficientes a la hora de llevar oxígeno (en forma de células portadoras de oxígeno) a todas las partes de tu cuerpo.

Si formas parte de un equipo deportivo, lo más probable es que ya estés haciendo 60 minutos o más de ejercicio físico de moderado a vigoroso los días en que entrenas. Algunos de los deportes de equipo que proporcionan un buen entrenamiento aeróbico son , el baloncesto, el fútbol, el lacrosse, el hockey y el remo.

Pero, si no practicas ningún deporte de equipo, no te preocupes; hay muchas formas de hacer ejercicio aeróbico, sea a solas o con tus amigos. Estas formas incluyen montar en bicicleta, correr, nadar, bailar, patinar, jugar al tenis, practicar esquí de fondo, el excursionismo y andar deprisa.

  1. Burpies
  2. Sentadillas
  3. Flexiones
  4. Dominadas
  5. Peso muerto

La hidratacion

El cuerpo tiene una regulación delicada con un contenido en agua que asciende a dos tercios de su peso. Esta agua supone el 85 por ciento de la sangre, el 80 por ciento de la masa muscular y un cuarto de la masa ósea. Es importante que el cuerpo permanezca hidratado, que mantenga el nivel correcto de agua, para permitir que se produzcan las reacciones químicas vitales y que los nutrientes se transporten a los órganos y tejidos.

Se pierde agua constantemente al orinar, sudar o incluso al respirar. Por ello, necesita recuperar lo que pierde. Al hacer ejercicio pierde más agua, así que necesita beber más líquido para permanecer hidratado.

Independientemente del ejercicio que se realice, el cuerpo necesita una cantidad diaria de líquidos, imprescindible También necesita recuperar los minerales ([sales de] sodio, en concreto) que va perdiendo. Al hacer ejercicio agotador, perderá de uno a cinco gramos de sal por litro de sudor.

Depende, ya que la cantidad varía en función de la persona, su edad, su dieta, su nivel de actividad y de las condiciones ambientales, entre otros factores. Por ello no es fácil determinar la cantidad exacta de agua que debe ingerir una persona. Sin embargo, sí que existen unos valores de referencia establecidos por la European Food Safety Authority (EFSA) que pasamos a desarrollarte a continuación:

Los niños tienen riesgo de sufrir deshidratación por varios motivos. El primero es que su sistema inmunitario está desarrollándose y son más proclives a presentar, como ejemplo, diarrea o gastroenteritis, con su correspondiente pérdida de líquidos. El calor y la sequedad ambiental les afecta más y no menos importante es que en esas edades la sensación de sed no está aún desarrollada al 100%. Beber a poquitos, pero durante todo el día les ayudará a mantenerse bien hidratados y evitar problemas.

Los ancianos y las personas mayores también tienen riesgos de sufrir una deshidratación moderada o prolongada, pues no son conscientes muchas veces de lo importante que es refrescarse y beber líquidos de forma más o menos recurrente durante el día, bien porque también tienen una menor percepción de la sed o bien porque sufren algún tipo de enfermedad que afecta a sus niveles hídricos. Igualmente se recomienda un consumo de poca cantidad pero durante prácticamente todo el día. Una mujer u hombre adultos de entre 20 y 70 años deben consumir por lo general 2 litros y 2,5 litros de agua respectivamente. Si realizan ejercicio o deporte, deberán ingerir la cantidad proporcional a la pérdida de agua que dicha actividad conlleve. Si se corre o pasea, lo ideal es ingerir un par de vasos de agua (0,5 litros) media hora antes de empezar con la actividad.

Y por último, destacar que las mujeres embarazadas o en periodo de lactanciatambién presentan un riesgo de deshidratación mucho mayor, ya que las necesidades del bebé y los requerimientos nutriciones de la madre cambian y se amplifican... Según la EFSA al final del 3º trimestre el agua representa el 94% del peso total de bebé. También recomienda añadir 300 ml a la ingesta total recomendada en mujeres de 2 l.